Una lengua extranjera es aquella que se enseña en los países en los cuales no es la que oficialmente se utiliza o que tampoco se habla en el ambiente inmediato y local, pues las condiciones sociales cotidianas no requieren su uso permanente para la comunicación. Ésta se aprende principalmente en contextos formales de aprendizaje y, por lo general, el estudiante está expuesto al idioma durante períodos controlados. Sin embargo, los estudiantes de una lengua extranjera pueden alcanzar altos niveles de desempeño que le permiten comunicarse de forma eficiente
El campo del conocimiento al que pertenece el Área de Lenguas Extranjeras es la Lingüística Aplicada, la cual se encarga de la aplicación de las teorías, métodos y conocimientos propios de la lingüística para la resolución de problemas diversos en los que está implicado el uso de la lengua. Para tal fin, la lingüística aplicada recibe aportes de la Lingüística, la Psicolingüística, la Sociolingüística, la Pragmática, la Educación y la Antropología, entre otras.
Para el desarrollo de la competencia comunicativa de los estudiantes en la lengua extranjera, se integran las diferentes áreas del conocimiento que se abordan en el currículo. Asimismo, se propicia el uso de las TIC, ya que las mismas constituyen un medio muy efectivo para la enseñanza, el aprendizaje y el uso auténtico de la lengua extranjera
El enfoque adoptado para la enseñanza y aprendizaje de las lenguas extranjeras es el comunicativo y funcional, el cual está vinculado a las nociones de competencia comunicativa, situación de comunicación y funciones comunicativas19. Este enfoque parte de la premisa de que el aprendizaje de una lengua extranjera es ante todo para la comunicación; o sea, utilizarla con propósitos comunicativos específicos, no para hablar sobre ella. En esa dirección, debe hacerse énfasis en el uso funcional y auténtico de la lengua para propósitos significativos. En este enfoque, el aprender haciendo cobra especial importancia, de ahí que se privilegie el aprendizaje basado en tareas y en proyectos.
El acto comunicativo se puede calificar como el hecho de escuchar, hablar, leer o escribir un texto. En ese sentido, se ha convenido considerar como competencias específicas del Área las siguientes: comprensión oral, producción oral, comprensión escrita y producción escrita.